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En su enfoque holístico del ser humano y la enfermedad, la Medicina Tradicional China describe, asociadas a cada uno de los cinco elementos y sus correspondientes órganos, un “alma” o aspecto psico-emocional de la persona. Esta dimensión es indivisible del plano físico, retroalimentándose mutuamente, por lo que, según esta disciplina, toda manifestación patológica del organismo está influenciada por, y a la vez influye en, un aspecto del plano mental. Es lo que en medicina convencional llamaríamos somatización, aunque esta se reserva este término a algunos casos determinados, mientras que la medicina oriental considera este hecho como algo intrínseco a la enfermedad.

Los distintos aspectos del alma quedarían, pues, repartidos del siguiente modo:

Shen “Alma consciente” 
Elemento: Fuego
Órgano: Corazón
El concepto de Shen engloba dos sentidos: uno más amplio, que describe las manifestaciones externas de las actividades vitales, como es el color de la tez, la agilidad del movimiento o el ritmo de la respiración; y un sentido más concreto, en que nos referimos al “alma consciente”, es decir, la inteligencia y la consciencia, lo cual engloba la memoria, al sueño, y a la mente consciente en general.
El Corazón ostenta la función de controlar el Shen. Cuando este órgano y su sistema están en armonía, gozamos de una comprensión fluida, una mente clara, buena memoria, capacidad de racionalizar, vitalidad, y sueño reparador. Por contra, si esta función se ve impedida, aparece el insomnio, la amnesia, la agitación, el letargo, el aturdimiento, una lenta comprensión y la torpeza.
El Corazón controla la sangre (Xue) por lo que Shen y Xue son interdependientes, afectándose mútuamente. A nivel fisiológico, para controlar el Shen el Corazón necesita de la alimentación de la sangre, pues es su base material. A su vez, la función del Corazón de governar los vasos sanguíneos debe ser regulada por el Shen, pues el Shen dirige la energía y la sangre. A nivel patológico, el vacío de sangre del corazón puede causar una perturbación en el Shen provocando los síntomas de desarmonía descritos. Recíprocamente, cuando el Shen se altera, perturba la circulación sanguínea provocando palpitaciones, cara roja, dolor torácico, disnea, etc.
La alegría es la manifestación del “Shen”. Ella armoniza el pensamiento manteniendo la energía esencial “fresca y dispuesta” y regularizando el Yang y el Xue para mantener la salud. La energía en exceso usa demasiada energía mental y daña el corazón “con el exceso de alegría y de emoción el shen se difunde y no se conserva” (Ling Shu). Un sentimiento de alegría muy intenso implica una pérdida de la energía del Corazón, y el Shen se vuelve inseguro y vulnerable.

Hun “Alma subconsciente”
Elemento: Madera
Órgano: Hígado
Hace referencia a los sueños, traumas y conflictos del pasado, a los sentimientos reprimidos y a los deseos frustrados, es decir, a la actividad mental que no se desarrolla en un plano consciente. Está interrelacionado con la función de drenaje-evacuación del Hígado, y con los movimientos energéticos o Qi-Ji, influenciandose recíprocamente, de modo que si por desarreglos alimenticios u otras causas la función de drenaje-evacuación del hígado se ve afectada, este desarreglo repercutirá en el Hun con alteraciones del sueño, pesadillas, y despertar sobresaltado, entre otros síntomas. Por la relación Biao Li del Hígado con la Vesícula Biliar, un Hun afectado también repercute en la toma de decisiones, aspecto que corresponde a esta entraña.
La cólera es la manifestación del “Hun”. “El Hígado corresponde a la Madera; la Madera ama la libertad, la satisfacción y la templanza. Cuando uno está colérico, el Hígado pierde su armonía, se congestiona y provoca la enfermedad” (Li Luan Dong Y). De modo que el Hun es atacado por el exceso de cólera.
“El exceso de Sangre entraña la cólera” “La cólera en exceso ahoga el Yin” (Su Wen), puesto que cólera es fuego, y este acaba consumiendo los líquidos orgánicos, dañando a la larga el Yin. El Agua no riega la Madera. Los sujetos con insuficiencia de Yin y exceso de fuego son generalmente coléricos.

Yi “Alma lógica”
Elemento: Tierra
Órgano: Bazo
Tiene que ver con las ideas y el pensamiento en general. La obsesión, la reflexión desmesurada y el trabajo intelectual en exceso son sus aspectos negativos. El Qi y el Xue son la base material del pensamiento, pues el Bazo es la fuente de producción de estos, si estos se debilitan, el pensamiento también, y se presentan dificultades para el estudio y otras actividades intelectuales. Yi está íntimamente relacionado con la función de transporte y transformación del Bazo, influenciándose recíprocamente. La perturbación del pensamiento puede estar dada por la humedad, o por cualquier trastorno del Bazo. Si este está en vacío, no transformará la humedad y esta se convertirá en flema fría primero, y luego en flema caliente, generando calor. El Fuego siempre acaba afectando a la sangre, pues la quema, y esta a lo mental.
La reflexión es la manifestación del Yi, y cuando se da una reflexió excesiva, las funciones y dominio del Bazo se ven afectados.

Po “Alma instintiva”
Elemento: Metal
Órgano: Pulmón
Representa el instinto de supervivencia, los mecanismos de defensa y los automatismos reflejos, que se activan para protegernos cuando nuestra integridad física o mental se ve amenazada. Y está vinculada al Wei Qi o energía defensiva, en la parte externa del cuerpo por lo que, ante agresiones climáticas o emocionales, el vello y la piel se erizan (pues la piel es dominio del Pulmón). Cuando el Po cumple su función, captaremos las situaciones de peligro instintivamente, y los  reflejos se activarán rápidamente. Un Po alterado no registra las alarmas, o registra alarmas falsas, creándose una sensación fictícia de que algo va a suceder, dando lugar a un estado de ansiedad permanente. Al Po lo ataca la tristeza, emoción propia del Pulmón y los trastornos de esta alma sensitiva pueden ser desencadenados por una obstrucción energética causada por la inquietud y la angústia, pues los Pulmones son los maestros de la energía.

Zhi “Alma ejecutiva”
Elemento: Agua
Órgano: Riñón
Hace referencia a la fuerza de voluntad y a la voluntad de vivir. Está vinculada con el Jing de Riñón, que a su vez está vinculado al cerebro y al sistema endocrino. Las glàndulas suprarrenales tienen una importante influencia en el desarrollo de la voluntad. La falta de voluntad es debida a menudo al debilitamiento de la energía renal, impidiendo al sujeto a realizar sus proyectos. El estrés y las emociones negativas que se prolongan en el tiempo atacan la voluntad. El miedo, propio del Riñón, ataca al Zhi, afectando a este órgano y sus funciones, y provocando pérdidas de orina (típico en los niños), bloqueo mental (el Jing no llega al cerebro) entre otros síntomas.

Según la teoría de los cinco elementos, se establecen relaciones entre las cinco almas y sus emociones, correspondiendo a las relaciones de producción o dominación.

De este modo, una alegría excesiva ahoga el Po, por la relación de dominación del Corazón versus Pulmón.
La cólera en exceso ahoga al Zhi  por la relació madre-hijo entre (hijo roba a la madre).
La reflexión se influye sobre la voluntad (Zhi), y se ve influída por el Shen para resolver un problema y tomar decisiones. Pero un periodo prolongado y/o intenso de reflexión ahoga al Shen (pues el hijo roba energía de la madre) y trastorna la voluntad, pues la Tierra domina al Agua.
La movilización excesiva de la energía mental (Shen) puede también ahogar al Bazo, impidiéndole cumplir sus funciones de trasporte/transformación.
La preocupación del Bazo ataca la voluntad o Zhi, por su relación de dominación, con respecto al Riñón.

Consecuentemente, las emociones correspondientes a cada elemento y alma se verán del mismo modo relacionadas:

  • La cólera en exceso hiere al Hígado, pero la tristeza triunfa sobre la cólera.
  • La alegría en exceso hiere al Corazón, pero el miedo triunfa sobre la alegría.
  • La inquietud en exceso hiere a los Pulmones, pero la alegría triunfa sobre la inquietud.
  • El miedo en exceso hiere a los Riñones, pero la reflexión triunfa sobre el miedo.
  • La reflexión en exceso hiere al Bazo, pero la cólera triunfa sobre la reflexión.

De manera que en las afecciones donde domina la cólera hay que tratar no sólo el Hígado y la VB sino también el Bazo, en las afecciones donde domina la tristeza, no sólo hay que tonificar los Pulmones, sino también el Corazón, etc. Y en todos los casos, hay que tratar siempre el Corazón, pues alberga el Shen.

Tener en cuenta el aspecto emocional es, en resumen, necesario para la armonia de los órganos y, en definitiva, para poder llevar a cabo un tratamiento íntegro, holístico y duradero. Pues como constata el Su Wen, “cuando los estados mentales del paciente no son positivos, y si su voluntad y sus sentimientos no son estables, no puede recuperarse de la enfermedad”.


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