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Siempre he podido identificarme con esta flor, por lo que no es una desconocida en mis mezclas florales personales, pues ese frustrante vicio de repetir errores (quizás por aquello de más vale malo conocido), no me es ajeno.

Chestnut Bud es ciertamente imprescindible en muchos de nosotros, pues nuestra cultura (o quizás nuestra condición humana) nos apremia a desconfiar de lo nuevo y aferrarnos a lo familiar, aunque sea malo. Eso explica que no cambiemos de actitud, aunque sepamos que nos va a dar resultados nefastos. Algo en nuestro interior, por naturaleza o porque así lo ha aprendido, se resiste tercamente al cambio, haciendo que caigamos continuamente en los mismos errores o infortunios, entorpeciendo nuestra evolución como individuos y nuestro acercamiento a la felicidad.

La cultura hindú nos habla de “karmas”, o deudas pendientes de vidas pasadas, y aquellos que encuentran esta teoría cierta, pueden beneficiarse también del Brote de Castaño, o Aesculus hippocastanum, pues un karma puede muy bien explicar esa tendencia a cometer los mismos desatinos, hasta que se aprende la lección que nos quedó pendiente desde tanto tiempo atrás.

Sin embargo, Chestnut Bud me ha revelado esta semana una nueva dimensión de su alcance, al menos en mi experiencia personal. Más allá de ayudarme a no caer en  viejos patrones, me he visto en la situación de ser yo el repetido patrón de otra persona, y la flor me ha facilitado el identificarlo y saber escaparme de ello, no permitiendo que proyectase en mi su “cuenta pendiente”. Me di cuenta de que el otro me estaba convirtiendo en la misma piedra con la que ya se ha tropezado otras veces, y me desmarqué de ese rol. Esta persona se mostró contrariada, y no sé todavía cómo va a evolucionar nuestra relación (que es puramente profesional), lo que se es cómo no va a evolucionar, puesto que me he salido del juego.

Interesante giro el de esta flor, pues me ha permitido ver la situación no desde el centro de mi universo, sino desde el centro del universo de otro, en el cual también estoy inmersa. Y sacudiéndome el polvo pétreo que se estaba formando en mi piel, me muevo de nuevo con soltura en mi complexión de carne, hueso y espíritu, y dejo a los demás que resuelvan sus karmas o sus patrones, para lo que sin duda les vendría de perlas Chestnud Bud.

Próxima semana: Chicory (Chicorium intybus)

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