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El cansancio puede acometernos por diferentes motivos, falta de sueño, estrés, ejercicio físico excesivo, o  cambio de estación. Pero también una alimentación inadecuada o excesiva puede dejarnos exhaustos. Olive es el remedio floral que viene a rescatarnos en estos casos.

Algunos autores (a los que respeto) recomiendan Olive para “recuperarse” después de un prolongado y estricto régimen alimenticio. Sin embargo yo discrepo, pues la experiencia me ha demostrado que por más severa y limitada que sea una dieta, incluso un ayuno, si es apropiado y se realiza correctamente, nos devuelve, al contrario, la vitalidad, haciéndonos sentir mucho  mejor que antes de empezarla. Pues, en principio, cuando decidimos hacer un cambio drástico en la alimentación es para mejor y porque tenemos la necesidad de liberarnos de excedentes en forma de grasa, líquidos y toxinas que nos contaminan el cuerpo, nos hacen sentirnos pesados y nos roban la energía. Por otro lado, en el caso en que el régimen o cura no sea el más indicado, o no sea el mejor momento, recomiendo más bien Oak, que para los obstinados en llegar al final de sus dietas, aunque estas sean nocivas, es un mejor remedio.

Olive, en cambio, flor de la fatiga por excelencia, se me antoja como un remedio indispensable para después de un atracón puntual, de unas vacaciones de intenso y desmesurado turismo culinario, o en cualquier caso en que hayamos abusado de las posibilidades de nuestro sistema digestivo. No olvidemos que la digestión precisa de una buena cantidad de energía para ser realizada correctamente, en particular cuando nuestras elecciones en materia culinaria no son coherentes con nuestras necesidades energéticas y nuestra capacidad de procesar los alimentos. Es por ello que, a menudo, nos sentimos fatigados después de comer. Y es ahí donde Olive nos viene de perlas.

El Olivo puede, también, ayudarnos a reflexionar sobre este despilfarro energético innecesario en el que incurrimos cuando comemos demasiado y mal. ¿Para qué? ¿Para llenar un vacío emocional con la excusa de que es uno de los placeres de la vida? Se puede disfrutar de la comida de una forma más equilibrada y sana, y con menos consecuencias, que atiborrándonos de alimentos demasiado grasos, demasiado azucarados y demasiado transformados, que minan nuestra salud. Por supuesto, ponerse este tipo de cuestiones nos parece incómodo y aburrido, pero más vale ponérselas tomando Olive después de un festín puntual, que en la cama de un hospital, después de años de transgresiones dietéticas cotidianas. cuando ya es demasiado tarde.

Como todas las flores, Olive nos invita a amarnos a nosotros mismos, respetando nuestro cuerpo, cuidando nuestra alimentación y sabiendo cuándo debemos descansar, para poder invertir nuestra energía en actividades menos dañinas y más placenteras.

“La terapia floral de Bach” Metchild Scheffer.
“Los doce sanadores y otros remedios”. Edward Bach.

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