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Remedios-Invierno

A las puertas del solsticio invernal, es sabio asegurarse que nuestra despensa contenga los remedios necesarios para prevenir y combatir los malestares que a menudo acompañan la estación de las nieves. Aunque la Madre Naturaleza nos ofrece un vasto número de opciones, os dejo una pequeña lista de indispensables que me aseguro de tener a mano cuando se acercan los fríos.

Miel

spoon honey jar glass
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A mi parecer, este producto de los fabulosos insectos que son las abejas es más un medicamento que un alimento (aunque Hipócrates no hiciese la diferencia entre estas dos categorías), pues lo encuentro más pertinente en el botiquín natural que en la cocina. Digo esto porque, si bien cuenta con propiedades antisépticas, antioxidantes y anti-bacterianas innegables, su alto índice glucémico (o capacidad de elevar el azúcar en la sangre), nos advierte de no abusar en su consumo. De modo que cada año por estas fechas me hago con un pequeño tarro de buena miel de tomillo o de ecualipto, de un productor local ecológico (a evitar las mieles industriales), para añadir propiedades a mis tisanas hivernales y suavizar mi garganta, si el frío se posa en ella. Para aquellos que quieran probar la “crème de la crème” de todas las mieles, les recomiendo la miel de Manuka.

Propóleo

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También producida por las abejas para proteger su panal, esta substancia es un verdadero antibiótico natural utilizado tradicionalmente para combatir afecciones en la esfera ORL, pero también como cura preventiva para estimular la inmunidad y que los virus y bacterias que proliferan en invierno no nos pillen con las defensas bajas. Podemos encontrar el Propóleo negro (con alcohol) o blanco (sin alcohol), en extracto, espray nasal o bucal, en caramelos o en comprimidos. En una ocasión encontré una mezcla de miel y própolis de producción artesanal, pero la encontré difícil a utilizar puesto que no se disolvía bien en las tisanas, y se quedaba enganchada en los dientes, por lo que este año vuelvo a mi formato preferido que es el extracto, pues me permite añadir unas gotas a la infusión o a un vaso de agua, o incluso directamente a la garganta.

Tomillo

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De entre todas las posibles plantas que podemos utilizar para reforzar la inmunidad y protegernos del frío, mi favorita es sin duda el tomillo, que no sólo es expectorancte y balsámico, con una conocida acción antibiótica, sino que además, es un gran digestivo. Por supuesto que, combinado con el romero, el gordolobo, la equinácea o el saúco puede suponer un potente combinado, pues a las plantas les gusta trabajar juntas y se potencian entre sí, pero él solo puede también hacer un buen trabajo.  Yo lo prefiero en infusión, pues en aceite esencial resulta demasiado agresivo para tomarlo por vía oral. Es además, deliciosamente aromático.

Aceite esencial de Ravintsara

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En cambio, la esencia de Ravintsara es más segura si la queremos ingerir, y protege a maravilla las vías respiratorias altas, de modo que es un aceite que nunca me falta y con el que rocío ligeramente pañuelos, bufandas y almohadas, además de añadirlo, a veces, a las infusiones. Para las vías respiratorias bajas, es decir, cuando es el pecho el que está cargado, es más conveniente el Eucalyptus globulus en inhalación, de gran acción expectorante y anti-infecciosa. Como para las plantas medicinales, los aceites, que al fin y al cabo los extraemos de ellas, también trabajan bien juntos, así que, siempre podemos añadir el Pino silvestre, el Euclyptus radiata, o el ciprés, de acción descongestionante este último.

Complejo multi-vitamínico

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No está de más reforzar todo el organismo con un compuesto que contenga un buen surtido de vitaminas y minerales que cubran nuestras posibles carencias, en una época del año de especial vulnerabilidad a oportunistas bacterias y virus. Numerosos laboratorios ofrecen productos interesantes, sin embargo, mi laboratorio preferido, que es la Naturaleza, nos ofrece la Espirulina, una alga de agua dulce, bien conocida por su alto contenido en hierro y vitamina B12, pero que cuenta además en su composición con todas las vitaminas y minerales que podamos necesitar. Así que cuando el invierno me pilla un poco floja, este multi-vitamínico verde y de sabor pronunciado es mi primera opción.

Vitamina C

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Sin embargo, si tenemos que elegir o privilegiar una vitamina que potencie nuestra inmunidad, esta es sin duda la Vitamina C, que además participa en muchas reacciones metabólicas en nuestro organismo, y la cual podemos encontrar en forma de comprimido, o bien en suplementos que la contienen, como el polvo de Camu camu, árbol del amazonas con un contenido en esta vitamina 40 veces superior que el limón, o la Acerola, rica también en bioflavonoides, substancias que deben acompañar a la vitamina para que esta pueda ejercer su acción antioxidante. A mí me gustan las pastillas masticables (siempre que no contengan azúcar), pues aunque no suelen tener una dosis alta del ácido ascórbico (unos 170mg), son suficientes si las tomamos durante todo el invierno.

Especias

black ceramic bowl with different kinds of condiments
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Nada más reconfortante y caluroso cuando hace frío que un buen té de especias, un chocolate a la canela o, por qué no, un vino caliente, con anís estrellado, clavo de olor, nuez moscada y también canela dentro. Estos condimentos son, además de digestivos y divinamente aromáticos, ideales para calentarse en invierno tanto en forma de infusión como en la comida. Yo nunca salgo de casa sin mi termo lleno de una infusión u otra, y cuando hace frío, es el “chai” lo que más bebo.

Jengibre

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Entre todas las especias, el jengibre debe ser el más Yang o caliente, pues su capacidad de elevar la temperatura es remarcable, suponiendo además un excelente digestivo. Yo he comprobado que la mejor manera de utilizarlo es licuado, es decir, su jugo añadido a una tisana, sobretodo si el resfriado está instaurado, pues su efecto es contundente. Además, al tratarse de una raíz, en infusión es difícil aprovechar sus virtudes, y en decocción su naturaleza se transforma. Por lo que no me falta nunca en invierno, y lo utilizo también en sopas, rallado, o incluso en el salteado de verduras, pues es además, delicioso.

Botella de agua caliente

bouillotteImprescindible, infinitamente agradable, fácil de utilizar, ecológico, económico, en fin, lo tiene todo. Para los que no queremos abusar de la calefacción en la habitación, por motivos ambientales, económicos y de salud, meterse en la cama con una mullida botella de agua caliente de toda la vida sobre el vientre, que ayude a la digestión, o sobre los riñones, que caliente el meridiano de la vejiga que recorre la espalda (elemento agua, que corresponde al invierno en medicina tradicional china) es un soberano placer. Incluso si dormimos acompañados, este remedio de la abuela no nos va a sobrar en la cama o en el sofá después de cenar.

Para finalizar, no olvidemos que estas son ayudas para hacer frente a los retos de salud que nos impone el invierno, pero que la inmunidad, como la salud en general, es algo que no se consigue con una pastilla o una tisana, sino que se construye con una buena alimentación, un poco de ejercicio, un buen reposo y la gestión de las emociones durante todo el año. Si además hemos hecho los deberes, es decir, la cura depurativa de otoño, llegaremos a la estación de las nieves llenos de vitalidad para afrontar lo que nos echen, con o sin ayuda de remedios naturales.

 

Fuentes:

  • “Se soigner toute l’année au naturel” Dr. Jean-Christophe Charrié. Marie-Laure de Clermont-Tonerre. Editions Prat.
  • “500 of the mos important health tips you’ll ever need” Hazel Courteney, Gareth Zeal. Cico Books.

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