Vivimos en un mundo perverso que nos obliga a comer mal. No tenemos escapatoria. Hagamos lo que hagamos, el Universo se conspirará contra nosotros para evitar que hagamos las buenas elecciones nutricionales. Estamos irremediablemente destinados a llevar una nefasta rutina alimenticia, porque el Todopoderoso lo ha elegido así… O al menos, eso piensan los tipos Willow.
