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No es inusual regresar de unas vacaciones necesitando otras, pues solemos aprovechar esos días festivos para explorar mundos desconocidos y vivir experiencias nuevas. Y aunque estas aventuras nos liberen del estrés del trabajo y la rutina cotidianos, pueden dejarnos, físicamente, un poco exhaustos. Ha sido totalmente mi caso, pues al poco de regresar de mis muy satisfactorias vacaciones, y a pesar de sentir el alma refrescada, registré números rojos en mis niveles de energía física. El momento ideal para tomar Olive.

Sin embargo percibí que no era la única de mi entorno a quien le fallaban las fuerzas, y aunque Febrero no es un mes que destaque por su vitalidad, me pareció curioso que en algunos días concretos numerosas personas me hablasen de su cansancio.

Bach nos dice que la Olea europea ayuda a restaurar a aquellos que abusaron de su energía física, en lugar de confiar en una energía superior, la que provee el Universo. Asímismo la recomienda a aquellos que han pasado por un periodo especialmente extenuante, dejándolos sin batería. Pero, una vez más, yo le he visto otro ángulo a la flor.

El hecho de haber detectado esa fatiga generalizada en momentos muy precisos en mi entorno me hace pensar que, del mismo modo que disponemos de una energía cósmica, que no depende de nosotros, para funcionar sin desgastarnos, también deben existir factores externos que minan nuestras reservas energéticas, afectándonos a todos en general. Ya sea la presión atmosférica,  la cuadratura de los astros, o los químicos con los que nos irrigan desde los aviones para aplacarnos (según afirman algunas teorías de conspiración), hay ocasiones en que por mucho que nos cuidemos o descansemos, nos sentimos agotados.

Y ahí es donde el Olivo nos rescata. Pues ya sea por una mala gestión de nuestras fuerzas, por no saber acceder a esas fuentes superiores de energía, o por que tenemos a los elementos en contra, la flor nos echa un cable y devuelve el vigor al alma y al cuerpo.

En mi caso, la mera consciencia de que esa astenia no era realmente producto de mi descuido, liberó un poco el agobio, y el apoyo de Olive me confortó para sobrellevar estos momentos de cansera con calma y paciencia sabiendo que, más pronto que tarde, tanto la energía que me pertenece como aquella que el firmamento me ofrece, llenarán de nuevo mi ser.

Próxima semana: Pine (Pinus sylvestris)

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